Preocupación entre alumnos y profesores en Castellar: amenazas y agresiones en el IES Colegiata de Santiago
Instituto de
Educación Secundaria Colegiata de Santiago (Castellar)
Adrián Claudio Bonache
El profesorado del Instituto Colegiata de Santiago de
Castellar denuncia la conflictividad que, desde principios de curso, un grupo
de alumnos de 1º ESO han hecho cotidiana en el centro educativo de la
localidad. A ello, se suman las dificultades que surgen mediante los protocolos
de Inspección, ya que son medidas insuficientes para abordar la situación que
se está viviendo en el instituto.
En primer lugar, un docente de este centro, que prefiere
mantener el anonimato, afirma que este grupo de alumnos “venía con bastantes
malas reseñas de los maestros en el colegio y se están confirmando con creces”,
pues advierte de que el profesorado se encuentra “desbordado” porque “todos los
días ocurren incidentes”.
También denuncia que estos alumnos, al igual que agreden a
otros estudiantes, han amenazado con hacerlo también contra el profesorado. “No
han llegado a darle el bofetón a ningún profesor, pero le han puesto la mano a
un centímetro de la cara”.
La idea de este profesor de contactar con los medios surgió
la pasada semana, cuando uno de los padres “amenazó de forma directa, incluso
de muerte, a uno de nuestros compañeros”. Por ello, el profesor del Colegiata
de Santiago insiste en que no están encontrando apoyo de las familias. Al
contrario, ya que “justifican todo” y son partícipes con el lanzamiento de
amenazas.
En esta línea, parte del profesorado ha tenido que ir a
declarar como testigo al cuartel de la Guardia Civil. Cuentan que “una madre
(del grupo conflictivo) agredió a dos chicas a la salida del colegio”. Desde
entonces la situación solo va a peor, porque “así, los niños no atienden a
normas, y como tienen el respaldo de su familia se sienten muy fuertes”,
explica el docente.
Igualmente, esta conflictividad también está impactando en la
calidad de la enseñanza, ya que los profesores van “con tensión a todas las
clases donde se encuentran estos alumnos” porque saben “que algo va a pasar, ya
sea a través de agresiones verbales o agresiones físicas”. Por este motivo, la
situación está perjudicando “al resto de compañeros que sí quieren estudiar en
condiciones”.
Por último, el profesor destaca que uno de sus compañeros se ha visto obligado a coger la baja porque “no puede trabajar en estas condiciones”. Asimismo, apunta que “llevaba semanas contándonos que tenía muchísimos problemas con algunos alumnos en clase, donde le han amenazado, vacilado, chuleado y le han hecho todo lo que han querido”. Del mismo modo, ya había sido amenazado por padres de un alumno con anterioridad, pero el pasado viernes se repitió el escenario. Estos padres le estaban esperando a la salida del centro para “ajustar cuentas”, según uno de los profesores, quien cuenta que los familiares de este alumno le dieron permiso para agredir al docente dentro del instituto. Finalmente, tuvo que intervenir la Guardia Civil.
Instrucciones de Inspección
Para buscar una solución y aliviar la situación que se está
viviendo en el Instituto Colegiata de Santiago, desde Inspección han marcado
algunas medidas como repartir a los alumnos más conflictivos en dos grupos
diferentes de 1º ESO. Sin embargo, desde el centro aseguran que esta medida no
ha sido eficaz, pues en ambos grupos han terminado siendo problemáticos.
“Estamos pidiendo a la Inspección que se tomen medidas
severas. No puede ser que un alumno se vaya expulsado solamente tres días
después de haberle agredido a un compañero al que le hizo sangre en la oreja”,
lamenta el docente.
La ausencia de medidas severas no garantiza una buena conducta y convivencia en el centro educativo. “Esto solo beneficia a ellos, porque hacen cosas muy graves y no tienen grandes consecuencias”, además del ya comentado apoyo familiar.
Ayuda mediática
Desde el instituto afirman que están desbordados, por lo que esperan que el caso llegue al conocimiento de la gente. Así, a través del impacto mediático, tratar de lograr que desde la administración ayuden involucrándose y tomando medidas. “Creo que esta situación se nos va de las manos y no tenemos los medios suficientes para resolverla por nosotros mismos”, insiste el profesor.
Artículo publicado en Hora
Jaén.
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