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Tratamiento de la información internacional en La 1 de Televisión Española

 

Consecuencias de ataques aéreos en la guerra de Ucrania | Fuente: RTVE

Adrián Claudio Bonache (@otroadri)

INTRODUCCIÓN

A lo largo de este trabajo trataremos de analizar la información internacional en el informativo de las 15 horas en La 1 de Televisión Española, recopilando diferentes aspectos desde el día 24 de febrero hasta el 25 de marzo de 2022. De este modo, tendremos como objetivo conocer los corresponsales y enviados especiales de la televisión pública, así como conocer los temas más relevantes, los titulares y fuentes utilizadas, conexiones en directo, carácter del lenguaje, traducciones simultáneas…

También dedicaremos un espacio para adentrarnos en la página web de este medio y conocer cuáles son las informaciones más fundamentales durante este mes. Además, seleccionaremos un corresponsal y analizaremos la forma en la que ha cubierto la información internacional a través de Twitter.

OBJETIVOS GENERALES

Entre los objetivos generales de este trabajo se encuentra el análisis sobre el tratamiento informativo de la sección internacional con los aspectos anteriormente mencionados (conocer los corresponsales y enviados especiales, los temas más seguidos mediáticamente, los titulares y fuentes utilizadas, conexiones en directo, carácter del leguaje, traducciones simultáneas…), pero también tendremos presente la obtención de conclusiones basadas en comparaciones con el tratamiento informativo en otros escenarios, la ausencia de parte de información y la presuposición en el mensaje difundido. Así, intentaremos alcanzar unas conclusiones críticas con la única perspectiva impuesta por La 1.

CONTEXTO Y DIAGNÓSTICO

          Tiempo aproximado dedicado a la información internacional 

La duración aproximada de la información internacional se establece en torno a los 45-50 minutos. En ellos, el grueso de la información se centra en la guerra entre Ucrania y Rusia y las consecuencias que conlleva: bajas militares, número de civiles fallecidos y heridos, éxodo de ciudadanos ucranianos a los distintos países europeos (especialmente a los fronterizos), etc.

Cabe destacar que durante la primera semana de invasión la información sobre el conflicto llegaba a ocupar hasta los 50 minutos, bastante más espacio que durante la última semana, donde había informativos que dedicaban aproximadamente 30 minutos a este tema. Con el paso de los días y la sobreinformación se reducía progresivamente el tiempo dedicado a la guerra en Ucrania.

Por otra parte, no se ha dedicado ni un mínimo espacio a otros conflictos armados como el de Yemen o la invasión israelí sobre Palestina. Al igual que tampoco ha existido un importante tratamiento informativo sobre los derechos de las niñas en Afganistán o la huelga en la India de 250 millones de trabajadoras.

Temas y titulares 

En cuanto a los temas que más repercusión han tenido se encuentra, sin duda, la guerra en Ucrania, incluso con el plató repleto de los colores azul y amarillo que representan la bandera de este país. También se han presentado los temas subyacentes a este conflicto, como por ejemplo el paquete de sanciones contra Rusia impuesto por Estados Unidos y la Unión Europea, la crisis en el mercado energético, las comparaciones entre la capacidad militar rusa y ucraniana, etc.

Asimismo, es importante destacar un tema que ha sido primordial en todos los informativos, que es el del éxodo de civiles ucranianos a países de toda Europa, sobre todo a Polonia (país con el que comparte aproximadamente 550km de frontera). Pero apenas se ha informado sobre los civiles que huyen a territorio ruso, algo que personalmente me causa preocupación teniendo en cuenta que miles de civiles de la zona del Donbás están siendo liberados por las tropas rusas de los neonazis del Batallón Azov. Así lo testifican los propios civiles, especialmente de Mariúpol, donde este batallón tenía su principal fortín y negaba a las personas salir de los sótanos incluso para buscar agua en los pozos cercanos a la ciudad.

En consecuencia a este tratamiento informativo sobre los civiles, cuanto menos claramente parcial, considero destacable el abusivo uso de la palabra “prorrusas” por parte del medio de comunicación en sus titulares para referirse a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Si bien es cierto que en ellas existe la intención de convocar un referéndum de anexión a Rusia (y que los sondeos indican que la mayor parte de la sociedad defiende esta anexión), no deja de ser un despropósito que la mayoría de los medios occidentales le cataloguen de esa manera con el único objetivo de vincularlas a Rusia en un momento que ni siquiera hay resultados reales sobre esta anexión. Con este empleo de palabras parece que existe el objetivo de obviar (momentáneamente) la ansiada soberanía de los lugareños de estas dos regiones.

Por otra parte, es necesario mencionar un titular que planteaba la siguiente pregunta: “¿Hasta dónde está dispuesta a llegar Rusia?”. Se trata de una pregunta que abre más interrogantes de los que cierra, pues yo me pregunto, ¿hasta dónde está dispuesta a llegar Ucrania? ¿Y la OTAN? ¿Por qué no se tuvieron en cuenta las “líneas rojas” de Rusia? ¿Qué intereses tienen los medios de comunicación para plantear la primera pregunta y no éstas últimas? ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar los neonazis del Batallón Azov, entrenados desde el golpe de Estado por Estados Unidos, la OTAN e Israel? ¿Hasta cuándo las Fuerzas Armadas de Ucrania van a violar la Convención de Ginebra con total impunidad? Desgraciadamente no he podido observar el planteamiento de estas preguntas en ninguno de los titulares de los informativos a lo largo de un mes.

Finalmente, en cuanto a titulares se refiere, también se ha hablado de cultura y deportes (donde nuevamente han señalado a los deportistas que no habían denunciado la decisión militar de Putin, es decir, donde se está llevando a cabo una persecución contra civiles del pueblo ruso simplemente por ser rusos), pero en mucha menor medida, ya que representaría aproximadamente 5-10 minutos de los informativos. Del mismo modo, en escasas ocasiones se ha informado sobre el Mobile World Congress 2022, un evento en el cual se presentan los avances tecnológicos a nivel internacional (aquí también se aprovechó para hablar del veto a Rusia en este evento) y de la crisis climática, que sigue aumentando cada día.

Corresponsales, enviados especiales y conexiones en directo 

Televisión Española cuenta con dos enviados especiales en Ucrania. Uno de ellos es Víctor García Guerrero, quien se centra principalmente en el frente de Kiev, la capital ucraniana. Por otro lado encontramos a Óscar Mijallo, quien se encarga de cubrir las principales ciudades en conflicto a lo largo y ancho de todo el país. Ambos periodistas realizan varias conexiones en directo durante todos los informativos. Muchos de ellos incluso desde trincheras construidas por el ejército ucraniano.

En Rusia se encuentra Érika Reija, corresponsal en Moscú trasladada a Rostov, región rusa limítrofe con Donetsk y Lugansk. Allí fueron evacuados miles de civiles cuando comenzó la guerra y actualmente sigue siendo el destino de muchos ucranianos para encontrar seguridad. Érika, al igual que sus dos compañeros, realiza varias conexiones en directo en todos los informativos.

Otra trabajadora que cumple con un papel fundamental para TVE es Marián Serén, enviada especial a la frontera polaco-ucraniana. Su labor se centra principalmente en cubrir la llegada de refugiados ucranianos a Polonia, el país que está recibiendo un mayor número de civiles.
A ella se suma Javier Mohedano, que también se encuentra en Polonia como enviado especial, aunque parece tener un papel algo más secundario que Serén.

Del mismo modo, hay corresponsales por varios países de Europa, Estados Unidos y China. Por ejemplo, Yolanda Álvarez en Pekín; Mavi Doñate en París; Marta Carazo en Bruselas; Diego Arizpeleta en Londres; Cristina Olea en Washington; Almudena Ariza enviada especial en Nueva York; Miguel Ángel García en Berlín; Yolanda Ferrer como enviada especial en el Líbano; Íñigo Herraiz en México; Begoña Alegría en Roma y Mauro Belenguer como enviado especial en Grecia. Todos ellos han realizado conexiones en directo en algún momento, pero los que más presencia han tenido han sido los expuestos anteriormente (enviados especiales en Ucrania, corresponsal en Rusia, corresponsal en Bruselas e incluso corresponsal en Estados Unidos).

Para terminar este apartado, he de mencionar que otras conexiones en directo han estado protagonizadas por civiles ucranianos que conocen el castellano o por representantes de instituciones nacionales, como por ejemplo el presidente de España, Pedro Sánchez, o la ministra de Defensa, Margarita Robles, entre otras figuras.

        Fuentes que se citan

        En cuanto a las fuentes citadas destacan el gobierno ruso y ucraniano (declaraciones de Putin y Zelensky), así como los alcaldes de las ciudades en conflicto. Aunque también incluyen a los principales gobiernos europeos (Francia, Reino Unido, Alemania…), el gobierno estadounidense a través de Biden o El Pentágono.

    Respecto a organismos europeos destacan fuentes como la Comisión Europea mediante su presidenta, Ursula von der Leyen, o el representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell. Del mismo modo, otra fuente fundamental es la OTAN, una alianza militar que agrava la tensión en la guerra y que es responsable del escenario bélico que se está produciendo en el país eslavo. Asimismo, la ONU es otra fuente primordial.

      Por otra parte, a nivel nacional las fuentes se basan en las declaraciones del Gobierno español a favor del envío de armas a las Fuerzas Armadas de Ucrania y sus respectivos batallones neonazis. Se recogen esencialmente los mensajes difundidos por el presidente, Pedro Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles o el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

    También han aparecido analistas económicos, como Juan Ignacio Crespo, para explicar las consecuencias económicas que está suponiendo (incluso en los países europeos) el paquete de sanciones contra Rusia. Al igual que encontramos expertos en redes sociales analizando los diferentes discursos que tienen lugar mediante estas vías comunicativas y el uso que los diferentes poderes hacen de ellas para intentar consolidar o fortalecer una postura determinada.

        Otras fuentes ajenas a las instituciones han sido los civiles ucranianos (sobre todo de la parte oeste, donde existe un carácter mucho más nacionalista). Los civiles del Donbás han contado con menor repercusión en los informativos. De la misma forma, los deportistas y artistas han servido como fuente (entre ellos no destaca Vladi Orlov, jugador de baloncesto ucraniano que denuncia la invasión rusa pero reconoce que esta situación llegaría tarde o temprano, ya que las Fuerzas Armadas de Ucrania y sus batallones neonazis llevaban masacrando desde 2014 a la población rusófona e independentista).

       Por último, he de señalar que algunos medios de comunicación, entre ellos TVE, han cedido espacio al racismo a través de fuentes como José Antonio García, un español que declaró que “en las fronteras se han quedado muchos niños, pero no los niños que estamos acostumbrados a ver sufrir en televisión, sino rubios con los ojos azules, que eso es muy importante”.

   Lenguaje empleado 

    El lenguaje demuestra una vez más la posición de cada medio de comunicación. En este caso, la mayoría de los ataques se adjudican a las tropas rusas incluso antes de conocer la información oficial. Evidentemente, predomina un lenguaje bélico y, en cierto modo, literario. Además, se tiende a un carácter lingüístico basado en el catastrofismo, dramatismo (que, a pesar de que realmente se trata de una situación catastrófica y dramática, convendría analizar qué impacto puede tener en la audiencia un lenguaje de este tipo durante los 50 minutos diarios que dedican a esta información) y completamente victimista.

      A pesar de todo esto, encontramos una nula o escasa intención de enfrentarse mediante el lenguaje a la gran rusofobia que se ha ido expandiendo por Europa durante este mes. De hecho, bajo mi percepción, se facilita ese mensaje, pues se demoniza todo lo que tenga un mínimo de vinculación con Rusia (que no con Putin) y se cubren manifestaciones en Madrid o Barcelona donde se pide un veto a Rusia en todos los aspectos y escenarios posibles (cultura, arte, música, deportes…). Todo esto sin ninguna intención de combatir el odio surgido, en gran parte, gracias al discurso reproducido por los medios de comunicación. 

Traducciones simultáneas 

   Principalmente, las traducciones simultáneas no han sido en directo, ya que predominan las traducciones escritas frente a las orales (aunque éstas últimas también se han utilizado). Los líderes políticos, tanto de los países involucrados directamente como de los organismos europeos y de la OTAN, han contado con traducciones de sus declaraciones en la mayoría de los medios de comunicación, en los que TVE está incluida.

    Del mismo modo, otros presidentes como Boris Johnson o Macron también han tenido un papel bastante relevante en las traducciones escritas. A veces incluso resaltaban traducciones de tweets. En menor medida han aparecido traducciones de civiles, pero a éstos les traducían mayormente de forma oral.

Página web y enviado especial 

    Indagando por la página web se aprecia que, como hemos comentado a lo largo de este trabajo, el mayor peso informativo recae sobre la guerra en Ucrania. A pesar de centrarse en las noticias que proceden desde el terreno, también se dedican pequeños espacios a informar sobre las consecuencias del conflicto. Por ejemplo, encontramos noticias sobre las relaciones de Rusia con China para establecer un “nuevo orden mundial”. 

   Sin embargo, tras las últimas declaraciones de Pedro Sánchez sobre la autonomía del Sáhara Occidental y la supuesta carta enviada al rey de Marruecos, Mohamed VI, este tema ha conseguido cabida en la página web, pero de manera casi desapercibida en comparación con la sobreinformación respecto a la guerra en Ucrania.

     Para cerrar este epígrafe hemos decidido investigar los contenidos publicados en Twitter por uno de los corresponsales de TVE más presentes en los informativos a lo largo de este mes. Se trata de Víctor García Guerrero, quien durante estos días ha cubierto diferentes informaciones en redes sociales. Entre ellas se encuentran las estrategias militares de ambos bandos, del mismo modo que profundiza en el uso de la información e insiste en que ésta es un arma de guerra utilizada por los gobiernos para crear posturas. También analiza las negociaciones realizadas y el transcurso militar en las principales ciudades en conflicto.

CONCLUSIONES

    Una de las principales cuestiones que plantean los informativos se reduce a la Agenda Setting, pues la selección de noticias de la guerra en Ucrania está enormemente por encima de las noticias de la guerra de Yemen, la invasión contra Palestina, los bombardeos contra Siria o las condiciones de vida del pueblo saharaui tras la invasión marroquí. Los medios de comunicación evidencian cuáles son las prioridades en el ámbito mediático e informativo.

     Respecto al tratamiento informativo encuentro una clara e indisimulada posición en el conflicto. Algo que considero normal e incluso legítimo. El problema se origina cuando se cuenta solamente una parte de lo que está ocurriendo, es decir, una verdad a medias, ya que este enorme sesgo informativo es pura manipulación. Los medios de comunicación (en este caso un medio público) se encargan de fortalecer la postura adoptada por los gobiernos de los países otanistas y apagan el carácter crítico de la sociedad ante el discurso hegemónico.

      Analizando los titulares he observado que se sigue la misma línea que en el tratamiento informativo: clara posición, verdades a medias, denuncias a los actos de un solo bando, infantilización de un conflicto armado… Además, algunos titulares expresaban interrogantes que debía contestar Rusia, pero no se han realizado preguntas que deba responder Ucrania.

     Por otra parte, no se ha contextualizado la situación, es decir, se han obviado casi por completo los ataques al Donbás desde el 2014, los más de 14.000 asesinados por las Fuerzas Armadas de Ucrania durante estos años, las violaciones a bebés por parte de los soldados ucranianos, las declaraciones de Poroshenko (expresidente del país) donde afirmaba que los niños de Donetsk y Lugansk estarían escondidos en sótanos mientras los del resto de Ucrania estarían en guarderías y colegios.

    Tampoco se ha mencionado que el Batallón Azov (el principal batallón neonazi afianzado en el sureste) se dedicaba a reclutar a jóvenes a los que les inculcaban el nazismo, así como se ha omitido que sus miembros han sido entrenados militarmente durante años por Estados Unidos y la OTAN. Del mismo modo, apenas he escuchado testimonios de los civiles que conseguían escapar de Mariúpol (donde se encontraba el grueso del Batallón Azov) en los que decían que ningún soldado ucraniano les había facilitado ni tan siquiera agua. Es más, algunos de estos civiles afirmaron que Azov llegaba a asesinar a quienes salían de los sótanos para buscar agua en pozos cercanos a la ciudad. Posiblemente, estas declaraciones no tuviesen mucha repercusión porque los propios civiles de la ciudad agradecían a las tropas rusas haberlos liberado, sacado de una ciudad en ruinas y proporcionado alimentos.

    Para poner la guinda final a lo que personalmente creo que se ha ocultado, quiero mencionar la violación de la Convención de Ginebra (donde se establecen los derechos de los prisioneros de guerra) por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania, pues hasta el asesor personal de Zelensky publicó un vídeo llamando a los soldados a respetar esta convención.

    Finalmente, en cuanto a las fuentes, ha existido una gran diferencia entre los civiles del oeste (quienes tenían más espacio) y del este. Además, se abusa de las fuentes oficiales simplemente por proceder de organismos europeos o gobiernos, pero debemos tener en cuenta que, aunque se trate de fuentes oficiales, tienen sus evidentes intereses.





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