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Queremos volver a casa

 


Vecina protestando ante la ejecución de un desahucio | La Vanguardia


Adrián Claudio Bonache (@otroadri)

Tras la violación de un derecho fundamental en plena pandemia, en este caso en forma de desahucios, el ministro de Transportes y Agenda Urbana, Ábalos, ha sido la cara visible de la bochornosa propuesta del Partido Socialista que, antes de enfrentarse a la especulación y los alquileres inaccesibles para las masas populares, justifica, ampara y alimenta las desigualdades materiales y económicas protegiendo la vivienda como “un bien de mercado”.

Por otro lado (que no opuesto), Unidas Podemos ha criticado esta propuesta de los socialistas, pero, una vez más, no ha ido más allá de las discrepancias.
Hoy en día, en España no se cumplen los derechos fundamentales y el gobierno de coalición es incapaz de prometer que éstos serán garantizados. Más bien lo contrario. Un partido que dijo pactar con la izquierda y resultó ser la plena alianza con el neoliberalismo más indecente que entiende el techo como un bien con el que comercializar y no como un derecho que respaldar a toda costa.

Ante el incumplimiento de los acuerdos de Gobierno por parte del PSOE, ¿qué ha hecho Unidas Podemos? Básicamente, seguir impulsando la infantilización de la política, renegando de solucionar la problemática de los alquileres abusivos y difundiendo un falso mensaje de protesta por las redes sociales como nos tienen acostumbrados. Afortunadamente, cada vez son menos personas las que se dejan engañar por este partido, especialmente las personas empujadas a la calle por este Gobierno en el que la formación morada tiene mucho que decir. 

Este Gobierno, que tan de izquierda se denomina y tanto farda de representar a la clase trabajadora (esa misma clase a la que empujan a la calle sin ningún tipo de alternativa habitacional), está incumpliendo un derecho fundamental de todos los españoles recogido en la Constitución: 

-          Art. 47: Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.

Desde Unidas Podemos conocían perfectamente el aliado con el que pactaban. Ya no cuelan sus “sorpresas”. Las familias desahuciadas ya no volverán a casa. No están al nivel de la clase a la que dicen representar, por ello, posiblemente lo más justo y decente sería dimitir en bloque y hacer política desde la oposición; una política real que tenga como objetivo principal dignificar la vida de la gente y no desgastar sillones. Con cada desahucio e incumplimiento de los derechos constitucionales se alejan de la necesaria finalidad, aunque también es bastante inservible pedirle pan a quienes solo dan migajas. Hasta que el techo no esté garantizado como un derecho, que sean los políticos los que se vayan a la calle.

Hasta el momento no existirá una limitación de alquileres, sino que el Gobierno protegerá a los rentistas otorgándoles una bonificación con dinero público y facilitándoles beneficios fiscales dependiendo del precio al que se alquile. Una vez más, la vivienda sigue siendo utilizada como un bien de mercado.

 


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