Manifestantes
protestando contra el desmantelamiento del servicio ferroviario | Foto: Adrián
Claudio
Adrián Claudio Bonache (@otroadri)
La unión hace la fuerza, y así lo ha querido demostrar
más de un millar de personas que la pasada mañana de domingo se subieron al tren
de la protesta para manifestarse en la céntrica Plaza de España de la capital
conquense, donde se defendió el mantenimiento del tren convencional y
denunciado el desmantelamiento del servicio ferroviario.
Entre las peticiones de los manifestantes se
encuentran la mejora e inversión en infraestructura ferroviaria y la
recuperación de líneas y servicios como la de Aranjuez-Cuenca-Utiel. Además, se
ha señalado el Plan “XCuenca” (defendido únicamente por el PSOE) que supondría
el cierre del tren convencional con el objetivo de potenciar el AVE, Avant y
cambiar los trenes por autobuses, como afirmó el presidente de la patronal
conquense, David Peña.
Ante este proyecto que desde las instituciones quieren
poner en marcha entre 2022 y 2024, los manifestantes de la capital y,
especialmente, de los pueblos de la provincia señalaron que el cierre del
servicio ferroviario agravaría aún más la despoblación de la España Vaciada y
sus consecuencias. Una España que, a la vez que despoblada, cada vez está más
expoliada.
La intención de este fotorreportaje es hacer que el lector sienta las preocupaciones y necesidades de los habitantes de la España Vaciada y llegar a una reflexión sobre las consecuencias que puede tener el cierre de líneas y recursos para la supervivencia y desarrollo de las zonas rurales que se están viendo afectadas por estos proyectos.
Así lucía Plaza de España en Cuenca. Más de mil personas, según las fuentes policiales, acudieron al centro de la capital conquense para mostrar su denuncia contra el cierre de servicios necesarios como es, en este caso, el tren convencional. Decenas de pueblos de la provincia estuvieron representados en esta protesta donde todos remaron hacia el mismo camino y contra un problema en común.
La manifestación ha sido convocada por la Plataforma
de Castilla-La Mancha por el Tren, la Plataforma de Defensa del Ferrocarril
Público y Social de Cuenca y la Agrupación ‘Pueblos con el Tren’. Todas estuvieron presentes entre la multitud portando pancartas en defensa de un
ferrocarril público, social y sostenible. Asimismo, han recibido el apoyo de
colectivos, sindicatos, agrupaciones y decenas de ayuntamientos.
“Sí al ferrocarril convencional
Madrid-Cuenca-Valencia”, dictaba una pancarta repartida por la Agrupación Pueblos con el Tren. La eliminación de esta línea convencional también se encontraba muy presente en las preocupaciones de esta protesta. Se trata de una
de las líneas más importantes y su eliminación aviva las desigualdades entre
los ciudadanos de la provincia.
También se difundió de forma agresiva e impactante
el mensaje sobre el olvido de la España Vaciada por parte de las instituciones.
Para ello, se realizó este panfleto con la intención de señalar la dejadez
de los políticos que están “dejando morir” a las zonas rurales. Insiste en que,
en lugar de invertir en la necesidad ferroviaria, el Ministerio de Transportes,
Movilidad y Agenda Urbana ha presentado el proyecto “XCuenca” para dar pasos
hacia atrás.
Momento en el que los manifestantes formaron un
círculo para que los medios de comunicación presentes pudiesen realizar
entrevistas y grabar planos de las pancartas, por lo que todos alzaban su
mensaje. También fue el instante donde se juntaron todas las voces para
gritar lemas como “Queremos tren”.
“Los de pueblo somos duros pero no inmortales”, señalaba otra de las pancartas con forma de lápida. De nuevo, se vuelve a hacer
referencia a la dejadez institucional que está “matando” a los pueblos que sufren
los cierres de líneas convencionales y destaca la idea de que en los pueblos
también existe una serie de necesidades para poder avanzar tanto en el aspecto
económico (que se vería perjudicado con el aumento de la despoblación), como en
la movilidad o el bienestar.
No se trata de que el proyecto contra el tren
convencional sea fruto de un negocio, sino que es una necesidad que los
habitantes de la España Vaciada están viendo peligrar. Es por ello que algunas
de las reclamaciones de los manifestantes son la rehabilitación de las líneas
cerradas, un mayor mantenimiento de las líneas existentes, eliminar los
transbordos con motivo de falta de líneas o fijar un horario concreto para los
viajeros (sobre todo de los pueblos) para no tener que aceptar grandes
retrasos.
Otro de los lemas cantados en esta manifestación fue “el ferrocarril no se vende, el ferrocarril se defiende”, como plasma la
camiseta de uno de los manifestantes.
La protesta no se delimita solamente en el impacto y
consecuencias que puede tener este proyecto contra el tren en las zonas rurales,
sino también en el descontento por los motivos que desde el Ayuntamiento de
Cuenca y el de Tarancón han aceptado lo que los manifestantes y partidos
políticos califican como “aberración”. Este proyecto “está dirigido por la
patronal para liberar suelo y ser utilizado para el urbanismo salvaje”, así
acabarán “liquidando la provincia” porque las zonas rurales no son rentables
para las instituciones, aseguran desde la Agrupación Pueblos con Tren.
Antes de finalizar la manifestación se procedía a
difundir el manifiesto, denunciando todas las causas anteriormente comentadas
como el olvido institucional, los negocios de la patronal detrás de todos estos
cierres e intereses, las consecuencias que no benefician a la lucha de la
España Vaciada contra la despoblación, etc.
Por otra parte, Francisco Javier Doménech,
representante de la Agrupación Pueblos con el Tren afirmaba que la
sociedad está a favor del mantenimiento del tren convencional y que el Gobierno
central, la Junta de Comunidades, la Diputación de Cuenca y los ayuntamientos
de las principales ciudades de la provincia, Cuenca y Tarancón, se han quedado
solos en su intento de cerrar el tren de forma definitiva.
Cuando termina el manifiesto llegan los aplausos. Tras
el manifiesto, las personas que llenaban la Plaza de España ondearon sus banderas,
alzaron sus pancartas y aplaudieron como forma de agradecimiento de que este día de
protesta fuese posible. Así como el agradecimiento a los desplazados
también desde municipios de Madrid o Valencia y a los convocantes que estuvieron presentes en la mañana de domingo.
Por último, los niños también quisieron estar presentes en esta manifestación junto a sus padres. Aprendiendo desde pequeños las verdaderas necesidades y las formas de protesta para defender los servicios. Se unieron a esta manifestación con las ganas de subirse al último tren, el de la protesta como única vía para ser escuchados y frenar los cierres de los trenes convencionales. O tal vez representen el inicio de un correcto servicio gozando de los logros y mejoras que hoy en día tan solo son reivindicaciones.
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