Cargas
policiales contra huelguistas de Tubacex | LAB Tubacex-Aceralava
La huelga de los trabajadores de Tubacex llegó a su fin, pero
las consecuencias de las protestas y movilizaciones continúan persiguiendo a la
lucha obrera. La sección sindical de LAB Tubacex-Aceralava denuncia el total de
20 años de cárcel que se pide para 7 trabajadores y vecinos de la comarca de Aiaraldea
por participar en la huelga que duró 236 días y que estuvo acompañada de
protestas reprimidas por la Ertzaintza.
Los trabajadores de Tubacex denunciaron que la empresa
aprovechó la situación de excepcionalidad de la pandemia con el fin de llevar a
cabo una reestructuración de la plantilla. En 2021, la dirección de la empresa
anunció un ERE de 150 despidos (que después se reducirían a 129) y afirmaba que
estaba motivado por la “grave crisis de petróleo y gas”, principales sectores
destinatarios de su producción. Este ERE fue la gota que colmó el vaso para los
trabajadores de las plantillas alavesas de Llodio y Amurrio, que decidieron
iniciar una huelga indefinida al entender que las medidas de la empresa
deberían haber sido “únicamente medidas temporales”. Además, los trabajadores
de Tubacex sufrieron amenazas durante su lucha por parte de la dirección de la
compañía, llegando a lanzar un comunicado cuando se cumplían 113 días de lucha,
en el cual exigía a los trabajadores abandonar la huelga indefinida y acogerse
al plan de la empresa o cerraría las plantas alavesas.
Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco dio
la razón a los sindicatos y la empresa tuvo que renunciar a los despidos
forzosos y readmitir a los trabajadores, ya que la sentencia los declaró como
nulos. Del mismo modo, tuvo reconocer que las causas de los EREs (efectos de la
pandemia y crisis del petróleo y gas) no estaban justificadas debido a que
vulneraban la “prohibición de despedir por problemas derivados de la crisis
coyuntural de la COVID-19” y el abandono de la empresa de su línea argumental
en los procesos judiciales al ser “consciente de la tendencia al alza de los
precios del petróleo”.
Aunque, a pesar de estos logros por parte de los trabajadores de Tubacex, los sindicatos no desconvocaron la huelga y señalaron otros problemas a los que se enfrentaban: deterioro de las máquinas de trabajo, incumplimientos del convenio, ritmos de trabajo abusivo, vulneraciones de derechos sindicales, subcontratación extrema o 25.000 horas extra anuales, entre otros.
Persecución
judicial
Se convocaron varias manifestaciones a lo largo de los 236
días de conflicto laboral por parte de los trabajadores y vecinos de la comarca
que se solidarizaron con las plantillas. En agosto de 2022, la fiscalía
solicitó cuatro años y siete meses de prisión para tres jóvenes que
participaron en las protestas por delitos de atentado contra la autoridad y
desórdenes públicos. Sin embargo, como señalaron varios medios de comunicación
en aquel momento, dos de estas personas no fueron identificadas durante el día
en el que supuestamente cometieron los delitos. Por otra parte, la tercera
persona encausada fue identificada antes de que sucediesen los hechos por los
que se le acusa.
Además, el sindicato LAB publicó un comunicado en el que denunciaba la apertura de procedimientos penales contra los trabajadores, así como denunciaba las “múltiples multas, amenazas, acusaciones y diversas actuaciones desproporcionadas”. Especialmente destacan los altercados en Amurrio el 25 de marzo, donde “la Ertzaintza fue la que tuvo una actuación totalmente desproporcionada golpeando y cargando varias veces, incluso disparando foam a la altura de la cabeza”, añade el sindicato.
Igualmente, acusa al Partido Nacionalista Vasco (PNV) de
incumplir la promesa de no aplicar la Ley Mordaza: “Se nos aplica la Ley
Mordaza, una legislación que ya debería haber sido tumbada en el Congreso. A
través del derecho administrativo pretenden obtener penas que no pueden
obtenerse por la vía penal”, dicta el comunicado.
Este 8 de junio, el sindicato LAB denunció a través de las
redes sociales que el colectivo de personas afectadas y encausadas por la
huelga ha hecho saber que piden un total de 20 años de prisión a 7 trabajadores
y vecinos de la comarca de Aiaraldea por su participación en las movilizaciones
durante el conflicto laboral. En esta línea, insiste en que “los hechos que les
imputan son un nuevo montaje policial para criminalizar la lucha obrera y toda
la solidaridad que surgió de la huelga de Tubacex” y anima a la ciudadanía a
acudir a las convocatorias que vayan surgiendo próximamente.
Artículo
publicado en Lo Que Somos.
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